LA EDAD DE ORO, DESEO Y PROVOCACIÓN por Javier Espada
La edad de oro es la única película dirigida por Buñuel dentro del grupo surrealista, creada con total libertad y con un claro deseo de provocar a los estamentos más conservadores de la sociedad. Tal como reconoce el propio Buñuel, "La edad de oro es una película romántica, realizada con todo el frenesí del surrealismo. La única que filmé en un estado de euforia, entusiasmo y fiebre destructora. Quería atacar a los representantes del 'orden' y ridiculizar sus principios 'eternos'. Con toda intención quise provocar un escándalo con este filme."
La proyección de la película en el Studio 28 de París causó un gran escándalo -un gran éxito por tanto para los surrealistas- y la película fue prohibida durante 50 años. El deseo y la represión son los protagonistas del segundo film dirigido por Buñuel, y con un guión escrito conjuntamente con Dalí, y resulta evidente la decidida intención de ambos por realizar una película transgresora, pero también, una obra de arte surrealista.
Contexto de la película
Luis Buñuel vivía desde 1925 en París, donde realizaba diversas actividades en ámbitos culturales y artísticos muy variados. El año anterior, fruto de una intensa y muy productiva semana de trabajo con Salvador Dalí en Figueras y con el dinero que le había dado su madre, rodó Un perro andaluz, inolvidable película que, con el tiempo, revolucionaría por completo la industria y el concepto de cine.
Ninguno de los dos, ni Dalí ni Buñuel, tuvo en ningún momento la idea de hacer esta película con el ambicioso propósito de cambiar las raíces del cine. Nada más lejos de su intención, que no pasaba de hacer algo nuevo, diferente, artístico en todo caso, muestra de su rico mundo interior, su imaginación, sus obsesiones y sueños. Hay que decir también que tampoco pensaban hacer una película surrealista como tal, pues, si bien conocían el movimiento a través de conferencias en la Residencia de Estudiantes y de lo que Buñuel oía sobre ellos en París, ninguno de los dos pretendía en ese momento producir una obra de arte surrealista ni mucho menos pertenecer al grupo, como meses después sucedería. En cualquier caso y, fueran las que fueran sus intenciones iniciales, el resultado fue realmente surrealista.
Una vez rodada, Buñuel consiguió que se proyectara en el Studio des Ursulines, donde la vieron, entre otros, Man Ray y Louis Aragon; impresionados, decidieron promoverla porque la consideraron una obra realmente surrealista. Ray y Aragon hablaron con tanta admiración de Buñuel y de su película al resto de los miembros del grupo surrealista que Buñuel fue invitado a una reunión al café Cyrano y fue inmediatamente admitido en el grupo. Como se puede comprobar, fue el arte de Buñuel, carente de todo nombre o etiqueta aún, lo que le permitió convertirse y convertir sus obras posteriores en surrealistas.
El caso es que Un perro andaluz tuvo verdadero éxito, pese a lo provocativa y polémica que era y sigue siendo aún hoy, lo cual le dio a Buñuel no sólo dinero o fama, sino la motivación necesaria para seguir haciendo cine.
Sin embargo, financiar una película era verdaderamente costoso, así que Buñuel renunció relativamente pronto a esta idea de continuar con el cine, a pesar de lo cual seguía apuntando las ideas, gags, argumentos... que se le ocurrían. Un día, Georges-Henri Rivière le presentó a los vizcondes de Noailles, que estaban verdaderamente interesados en él a raíz de haberse visto agradablemente impresionados por la película de Buñuel. Éste se mostró reticente en un principio por tratarse de aristócratas, clase social a la que abiertamente despreciaba, pero Riviére le convenció, y acudió Buñuel a una cena a casa de estos en Hyéres.
Los planes de los Noailles eran darle dinero y libertad total a Buñuel para hacer una película, con la única condición de que la música fuera de Igor Stravinsky. Buñuel rechazó la idea, pese a lo cual la oferta de hacer la película siguió en pie. Entonces, Buñuel decidió ir a Cadaqués a visitar a Dalí y tratar de trabajar con él, como un año antes había hecho para Un perro andaluz. Esta vez no funcionó el entendimiento de antaño y, decepcionado, Buñuel regresó a París. Escribió el guión en la mansión de los Noailles de Hyères. Escribía durante el día y por las noches les leía los avances hechos y ellos aceptaban todo complacidos.
Fotografía del rodaje. Sentado, en el centro, Luis Buñuel.
Una vez escrito el guión, buscó el equipo necesario: los actores Gaston Modot y Lya Lys para los papeles protagonistas, Duverger como operador de cámara (con cuyo trabajo para la película anterior Buñuel había quedado muy satisfecho)... y escogió la música (fue la segunda o tercera película sonora rodada en Francia). Aun aceptó alguna propuesta que Dalí le envió por carta (como la escena en Roma en la que aparece un hombre que lleva una piedra en la cabeza, paseando por delante de una estatua que tiene la misma piedra en la cabeza), motivo por el cual su nombre aparece en los créditos del film.
Además, la que entonces era su novia y se convertiría después en su mujer, Jeanne Rucar, era la contable y, gracias a su sensatez, el rodaje fue mucho más serio que el de su anterior película.
Una vez rodada y montada, con novedades tales como la voz en off, utilizada por primera vez en el cine y con un uso muy explotado posteriormente, el del monólogo interior, se preparó una proyección privada en casa de los Noailles, a la que asistieron miembros del grupo surrealista y algunos amigos más. Días más tarde, organizaron una proyección privada en el cine Pantheon, a las diez de la mañana, de la que la gente salió indignada y que acarreó muchos problemas a los Noailles. Así, Luis Buñuel escribió en sus memorias: "Marie-Laure y Charles recibían a los invitados en la puerta, les estrechaban la mano sonriendo y a algunos hasta los besaban. Después de la sesión, volvieron a situarse en la puerta, para despedir a los invitados y recoger sus impresiones. Pero los invitados se marchaban deprisa, muy serios, sin decir una palabra. Al día siguiente, Charles de Noailles fue expulsado del Jockey Club. Su madre tuvo que hacer un viaje a Roma para intentar parlamentar con el Papa, ya que incluso se hablaba de excomunión."
A pesar de todo esto, estuvo seis días a sala llena en Studio 28, hasta que fue prohibida por la policía, debido a las presiones de grupos conservadores de extrema derecha, los Camelots du Roi y los Jeunesses Patriotiques, los mismos que destrozaron la sala durante una de las proyecciones. Dicha prohibición duró hasta 1980 en Nueva York y 1981 en París. En España, con el estallido de la Guerra Civil, se perdió la cinta.
Quizá contribuya todo esto a hacer de la película casi un objeto de culto, una obra muy preciada, no sólo por el valor indudable que en sí misma tiene.
L'Age d'Or (1930) Blu-Ray UK - Luis Buñuel / Salvador Dalí
Those features in full:
Disc 1: BD25 /1080p / 24fps / PCM mono audio (48k/24-bit)
Disc 2: DVD9 / PAL / Dolby Digital 320kbps mono audio
- Presented in both High Definition and Standard Definition
- Selected scenes commentary for L’ Age d’or by author and filmmaker Robert Short
- Un Chien Andalou (1929, 16 mins): the 1960 restoration of Buñuel and Dalí’s debut
- Alternative score for Un Chien Andalou by Mordant Music
- Commentary for Un Chien Andalou by Robert Short
- A Propósito de Buñuel (2000, 99 mins, DVD only)
- Filmed introduction by Robert Short (25 mins, DVD only)
- 26-page illustrated booklet with essays, biographies and credits
Videos de Youtube:
Contenido
Acerca del tema de la película, Buñuel escribió: "L'Âge d'Or es también —y sobre todo— una película de amour fou (amor loco), de un impulso irresistible que, en cualesquiera circunstancias, empuja el uno hacia el otro a un hombre y una mujer que nunca pueden unirse."
Se trata, pues, de la rebelión de dos amantes que se niegan a que su amor, pasional y sujeto sólo a sus propias normas, tenga que ser extinguido debido a los prejuicios y preceptos morales y sociales tradicionales. Teniendo en cuenta que sería ésta la línea argumentativa de la película, podemos incluso considerarla como una metáfora del propio grupo surrealista, de su manera de entender la vida y las relaciones humanas, de la necesidad de ser coherente con los principios morales propios, pese a las normas de conducta convencionales: la jerarquía civil, el clero, las normas de conducta, el poder de la aristocracia, la buena educación, el equilibrio, la mesura de los instintos propios, el autocontrol y, en definitiva, el predominio de lo racional sobre lo instintivo, en todos los aspectos de la vida de la persona.
Las dos líneas temáticas principales son, entonces, el amor y el deseo (con toda la carga de sensualidad, sexualidad y frustración que implican) y, por otra parte, los intentos de estos dos amantes de volver a la edad de oro (se ve, pues, que el título de la película recoge uno de los principales temas de los que trata), es decir, de acabar con la sociedad burguesa asentada sobre los pilares tradicionales de la jerarquía social y el clero y que impide al individuo ser él mismo.
También hay otros subtemas:
1.- La violencia: en diferentes contextos, tanto los absurdos (suicidio del ministro del Interior cayendo contra el techo), como otros en los que, tradicionalmente, no está justificada (guardabosques que mata a su hijo porque le ha apagado el cigarrillo) o con una intención de mero choque en el espectador (Gaston Modot golpea a un ciego que quiere tomar el mismo taxi que él en Roma). Liberar estos instintos es parte también del programa surrealista, como sabemos, y ellos mismos lo ponían en práctica en sus vidas en distintas situaciones.
2.- La Iglesia/el clero: aparece cuestionada en cuanto a su organización jerárquica (fundación de Roma sobre la represión del deseo de los dos amantes en la isla, según la interpretación de Agustín Sánchez Vidal) y a su poder represor. Pero no se puede decir que se trate de un “anticlericalismo feroz” de Buñuel, como decía Dalí, sino más bien una revisión sutil y humanizadora de una institución demasiado corrompida por siglos de costumbres, ritos y tradiciones.
3.- La decadencia y la putrefacción: no tanto como un medio plástico utilizado para provocar reacciones entre el público sino, sobre todo, como un icono, una simbología cargada de significado entre los surrealistas. Pero vemos esta decadencia no sólo en las imágenes de excrementos o mutilaciones, sino también en los convencionalismos sociales sin sentido en la fiesta aristocrática o en los edificios de Roma que se derrumban, como símbolo de una civilización que ya no se tiene en pie.
4.- Sade: personaje verdaderamente influyente en todos los surrealistas, a quien leían con devoción y cuyos principios de liberación sexual encajaban a la perfección con las ideas que tenían los surrealistas al respecto. Buñuel reserva para él el final de la película, separándolo acaso del resto, como si fuera el veneno que los escorpiones tienen al final de la cola, segmentada, como la película, en seis partes. De este modo, no es presentado como un símbolo más, como una imagen, sino casi como una metáfora del veneno que los mismos surrealistas encerraban para la sociedad que les rodea. Provocativa es la identificación de Sade con la imagen clásica de Cristo con barba y túnica. Quizá pretende Buñuel demostrar así que Cristo también era humano y, cómo no, provocar al espectador una vez más, remover los cimientos de la educación europea cristiana tradicional.
5.- Dificultad de comunicación entre los seres humanos: tema realmente constante en la historia de todas las artes de todos los tiempos y que preocupaba especialmente a Buñuel. El ser humano no es capaz de hacerse entender correctamente por otros, de que se le escuche y se le comprenda, no sólo a niveles profundos, como en una pareja (la que forman Lya Lys y Gaston Modot), sino incluso en situaciones más sencillas de la vida. Por poner un ejemplo, Gaston Modot sólo se libra de los policías que le llevan preso por las calles de Roma al enseñarles el certificado oficial pero sus palabras no habían servido antes de nada. En este sentido, muchos de los surrealistas tenían también esta misma preocupación e intentaban plasmarla en sus diferentes piezas de arte.
6.- Humor/absurdo: ingrediente imprescindible en toda creación surrealista. En L'âge d'or hay constantes ejemplos de ello. La mayor parte son juegos formales, por así decirlo, pero algunos, como el paso del carro lleno de campesinos que beben vino por la fiesta aristocrática sin que nadie les preste atención, revelan el absurdo de las situaciones que habitualmente están tan codificadas que ya ni nos sorprendemos cuando a nuestro alrededor suceden cosas así.
Con estos ejemplos de temas o contenidos que son motivos surrealistas, se puede concluir que Buñuel logró su objetivo de hacer una película surrealista.
FUENTES: http://es.wikipedia.org/wiki/La_edad_de ... %ADcula%29
http://homecinema.thedigitalfix.co.uk/c ... n-may.html , http://www.taringa.net/posts/tv-pelicul ... s/2762325/ La-edad-de-oro---Luis-Bunuel.html
http://www.doctormacro.com/Movie%20Summ ... 20L%27.htm , http://mythicalmonkey.blogspot.com/2009 ... e-dor.html
La Edad de Oro: deseo y provocación http://www.ucm.es/centros/webs/d167/ind ... =17650.php
La edad de oro es la única película dirigida por Buñuel dentro del grupo surrealista, creada con total libertad y con un claro deseo de provocar a los estamentos más conservadores de la sociedad. Tal como reconoce el propio Buñuel, "La edad de oro es una película romántica, realizada con todo el frenesí del surrealismo. La única que filmé en un estado de euforia, entusiasmo y fiebre destructora. Quería atacar a los representantes del 'orden' y ridiculizar sus principios 'eternos'. Con toda intención quise provocar un escándalo con este filme."
La proyección de la película en el Studio 28 de París causó un gran escándalo -un gran éxito por tanto para los surrealistas- y la película fue prohibida durante 50 años. El deseo y la represión son los protagonistas del segundo film dirigido por Buñuel, y con un guión escrito conjuntamente con Dalí, y resulta evidente la decidida intención de ambos por realizar una película transgresora, pero también, una obra de arte surrealista.
Contexto de la película
Luis Buñuel vivía desde 1925 en París, donde realizaba diversas actividades en ámbitos culturales y artísticos muy variados. El año anterior, fruto de una intensa y muy productiva semana de trabajo con Salvador Dalí en Figueras y con el dinero que le había dado su madre, rodó Un perro andaluz, inolvidable película que, con el tiempo, revolucionaría por completo la industria y el concepto de cine.
Ninguno de los dos, ni Dalí ni Buñuel, tuvo en ningún momento la idea de hacer esta película con el ambicioso propósito de cambiar las raíces del cine. Nada más lejos de su intención, que no pasaba de hacer algo nuevo, diferente, artístico en todo caso, muestra de su rico mundo interior, su imaginación, sus obsesiones y sueños. Hay que decir también que tampoco pensaban hacer una película surrealista como tal, pues, si bien conocían el movimiento a través de conferencias en la Residencia de Estudiantes y de lo que Buñuel oía sobre ellos en París, ninguno de los dos pretendía en ese momento producir una obra de arte surrealista ni mucho menos pertenecer al grupo, como meses después sucedería. En cualquier caso y, fueran las que fueran sus intenciones iniciales, el resultado fue realmente surrealista.
Una vez rodada, Buñuel consiguió que se proyectara en el Studio des Ursulines, donde la vieron, entre otros, Man Ray y Louis Aragon; impresionados, decidieron promoverla porque la consideraron una obra realmente surrealista. Ray y Aragon hablaron con tanta admiración de Buñuel y de su película al resto de los miembros del grupo surrealista que Buñuel fue invitado a una reunión al café Cyrano y fue inmediatamente admitido en el grupo. Como se puede comprobar, fue el arte de Buñuel, carente de todo nombre o etiqueta aún, lo que le permitió convertirse y convertir sus obras posteriores en surrealistas.
El caso es que Un perro andaluz tuvo verdadero éxito, pese a lo provocativa y polémica que era y sigue siendo aún hoy, lo cual le dio a Buñuel no sólo dinero o fama, sino la motivación necesaria para seguir haciendo cine.
Sin embargo, financiar una película era verdaderamente costoso, así que Buñuel renunció relativamente pronto a esta idea de continuar con el cine, a pesar de lo cual seguía apuntando las ideas, gags, argumentos... que se le ocurrían. Un día, Georges-Henri Rivière le presentó a los vizcondes de Noailles, que estaban verdaderamente interesados en él a raíz de haberse visto agradablemente impresionados por la película de Buñuel. Éste se mostró reticente en un principio por tratarse de aristócratas, clase social a la que abiertamente despreciaba, pero Riviére le convenció, y acudió Buñuel a una cena a casa de estos en Hyéres.
Los planes de los Noailles eran darle dinero y libertad total a Buñuel para hacer una película, con la única condición de que la música fuera de Igor Stravinsky. Buñuel rechazó la idea, pese a lo cual la oferta de hacer la película siguió en pie. Entonces, Buñuel decidió ir a Cadaqués a visitar a Dalí y tratar de trabajar con él, como un año antes había hecho para Un perro andaluz. Esta vez no funcionó el entendimiento de antaño y, decepcionado, Buñuel regresó a París. Escribió el guión en la mansión de los Noailles de Hyères. Escribía durante el día y por las noches les leía los avances hechos y ellos aceptaban todo complacidos.
Fotografía del rodaje. Sentado, en el centro, Luis Buñuel.
Una vez escrito el guión, buscó el equipo necesario: los actores Gaston Modot y Lya Lys para los papeles protagonistas, Duverger como operador de cámara (con cuyo trabajo para la película anterior Buñuel había quedado muy satisfecho)... y escogió la música (fue la segunda o tercera película sonora rodada en Francia). Aun aceptó alguna propuesta que Dalí le envió por carta (como la escena en Roma en la que aparece un hombre que lleva una piedra en la cabeza, paseando por delante de una estatua que tiene la misma piedra en la cabeza), motivo por el cual su nombre aparece en los créditos del film.
Además, la que entonces era su novia y se convertiría después en su mujer, Jeanne Rucar, era la contable y, gracias a su sensatez, el rodaje fue mucho más serio que el de su anterior película.
Una vez rodada y montada, con novedades tales como la voz en off, utilizada por primera vez en el cine y con un uso muy explotado posteriormente, el del monólogo interior, se preparó una proyección privada en casa de los Noailles, a la que asistieron miembros del grupo surrealista y algunos amigos más. Días más tarde, organizaron una proyección privada en el cine Pantheon, a las diez de la mañana, de la que la gente salió indignada y que acarreó muchos problemas a los Noailles. Así, Luis Buñuel escribió en sus memorias: "Marie-Laure y Charles recibían a los invitados en la puerta, les estrechaban la mano sonriendo y a algunos hasta los besaban. Después de la sesión, volvieron a situarse en la puerta, para despedir a los invitados y recoger sus impresiones. Pero los invitados se marchaban deprisa, muy serios, sin decir una palabra. Al día siguiente, Charles de Noailles fue expulsado del Jockey Club. Su madre tuvo que hacer un viaje a Roma para intentar parlamentar con el Papa, ya que incluso se hablaba de excomunión."
A pesar de todo esto, estuvo seis días a sala llena en Studio 28, hasta que fue prohibida por la policía, debido a las presiones de grupos conservadores de extrema derecha, los Camelots du Roi y los Jeunesses Patriotiques, los mismos que destrozaron la sala durante una de las proyecciones. Dicha prohibición duró hasta 1980 en Nueva York y 1981 en París. En España, con el estallido de la Guerra Civil, se perdió la cinta.
Quizá contribuya todo esto a hacer de la película casi un objeto de culto, una obra muy preciada, no sólo por el valor indudable que en sí misma tiene.
L'Age d'Or (1930) Blu-Ray UK - Luis Buñuel / Salvador Dalí
The BFI have announced the UK Dual Format Edition release of L'Age d'or on 30th May 2011. This collaboration from Luis Buñuel and Salvador Dalí has been newly mastered in High Definition for the first time. The controversial film tells a sinister yet poignant chronicle of a couple's struggle to consummate their frenzied desire in the face of a stream of obstacles, in the form of bourgeois society and the Church, the film was banned and vilified for many years for its subversive eroticism and furious dissection of 'civilised' values.
Extras include a new HD transfer of the 1960 restoration of Un Chien Andalou, Buñuel and Dalí's provocative debut which created a scandal at its premiere. Presented here with the restoration score, based on Buñuel's notes, the BFI has also commissioned musicmakers Mordant Music (who re-scored an array of 70s and 80s public information films and documentary shorts produced by the Central Office of Information (COI) last year for the BFI DVD release MisinforMation) to create an alternative soundtrack option, which is premiered on this release.
In addition to Robert Short's filmed introduction and audio commentaries for both L'Age d'or and Un Chien Andalou, this comprehensive release is completed by A Propósito de Buñuel - a feature-length documentary on the life and work of Luis Buñuel, by José Luis López-Linares and Javier Rioyo.
Those features in full:
Disc 1: BD25 /1080p / 24fps / PCM mono audio (48k/24-bit)
Disc 2: DVD9 / PAL / Dolby Digital 320kbps mono audio
- Presented in both High Definition and Standard Definition
- Selected scenes commentary for L’ Age d’or by author and filmmaker Robert Short
- Un Chien Andalou (1929, 16 mins): the 1960 restoration of Buñuel and Dalí’s debut
- Alternative score for Un Chien Andalou by Mordant Music
- Commentary for Un Chien Andalou by Robert Short
- A Propósito de Buñuel (2000, 99 mins, DVD only)
- Filmed introduction by Robert Short (25 mins, DVD only)
- 26-page illustrated booklet with essays, biographies and credits
Videos de Youtube:
Contenido
Acerca del tema de la película, Buñuel escribió: "L'Âge d'Or es también —y sobre todo— una película de amour fou (amor loco), de un impulso irresistible que, en cualesquiera circunstancias, empuja el uno hacia el otro a un hombre y una mujer que nunca pueden unirse."
Se trata, pues, de la rebelión de dos amantes que se niegan a que su amor, pasional y sujeto sólo a sus propias normas, tenga que ser extinguido debido a los prejuicios y preceptos morales y sociales tradicionales. Teniendo en cuenta que sería ésta la línea argumentativa de la película, podemos incluso considerarla como una metáfora del propio grupo surrealista, de su manera de entender la vida y las relaciones humanas, de la necesidad de ser coherente con los principios morales propios, pese a las normas de conducta convencionales: la jerarquía civil, el clero, las normas de conducta, el poder de la aristocracia, la buena educación, el equilibrio, la mesura de los instintos propios, el autocontrol y, en definitiva, el predominio de lo racional sobre lo instintivo, en todos los aspectos de la vida de la persona.
Las dos líneas temáticas principales son, entonces, el amor y el deseo (con toda la carga de sensualidad, sexualidad y frustración que implican) y, por otra parte, los intentos de estos dos amantes de volver a la edad de oro (se ve, pues, que el título de la película recoge uno de los principales temas de los que trata), es decir, de acabar con la sociedad burguesa asentada sobre los pilares tradicionales de la jerarquía social y el clero y que impide al individuo ser él mismo.
También hay otros subtemas:
1.- La violencia: en diferentes contextos, tanto los absurdos (suicidio del ministro del Interior cayendo contra el techo), como otros en los que, tradicionalmente, no está justificada (guardabosques que mata a su hijo porque le ha apagado el cigarrillo) o con una intención de mero choque en el espectador (Gaston Modot golpea a un ciego que quiere tomar el mismo taxi que él en Roma). Liberar estos instintos es parte también del programa surrealista, como sabemos, y ellos mismos lo ponían en práctica en sus vidas en distintas situaciones.
2.- La Iglesia/el clero: aparece cuestionada en cuanto a su organización jerárquica (fundación de Roma sobre la represión del deseo de los dos amantes en la isla, según la interpretación de Agustín Sánchez Vidal) y a su poder represor. Pero no se puede decir que se trate de un “anticlericalismo feroz” de Buñuel, como decía Dalí, sino más bien una revisión sutil y humanizadora de una institución demasiado corrompida por siglos de costumbres, ritos y tradiciones.
3.- La decadencia y la putrefacción: no tanto como un medio plástico utilizado para provocar reacciones entre el público sino, sobre todo, como un icono, una simbología cargada de significado entre los surrealistas. Pero vemos esta decadencia no sólo en las imágenes de excrementos o mutilaciones, sino también en los convencionalismos sociales sin sentido en la fiesta aristocrática o en los edificios de Roma que se derrumban, como símbolo de una civilización que ya no se tiene en pie.
4.- Sade: personaje verdaderamente influyente en todos los surrealistas, a quien leían con devoción y cuyos principios de liberación sexual encajaban a la perfección con las ideas que tenían los surrealistas al respecto. Buñuel reserva para él el final de la película, separándolo acaso del resto, como si fuera el veneno que los escorpiones tienen al final de la cola, segmentada, como la película, en seis partes. De este modo, no es presentado como un símbolo más, como una imagen, sino casi como una metáfora del veneno que los mismos surrealistas encerraban para la sociedad que les rodea. Provocativa es la identificación de Sade con la imagen clásica de Cristo con barba y túnica. Quizá pretende Buñuel demostrar así que Cristo también era humano y, cómo no, provocar al espectador una vez más, remover los cimientos de la educación europea cristiana tradicional.
5.- Dificultad de comunicación entre los seres humanos: tema realmente constante en la historia de todas las artes de todos los tiempos y que preocupaba especialmente a Buñuel. El ser humano no es capaz de hacerse entender correctamente por otros, de que se le escuche y se le comprenda, no sólo a niveles profundos, como en una pareja (la que forman Lya Lys y Gaston Modot), sino incluso en situaciones más sencillas de la vida. Por poner un ejemplo, Gaston Modot sólo se libra de los policías que le llevan preso por las calles de Roma al enseñarles el certificado oficial pero sus palabras no habían servido antes de nada. En este sentido, muchos de los surrealistas tenían también esta misma preocupación e intentaban plasmarla en sus diferentes piezas de arte.
6.- Humor/absurdo: ingrediente imprescindible en toda creación surrealista. En L'âge d'or hay constantes ejemplos de ello. La mayor parte son juegos formales, por así decirlo, pero algunos, como el paso del carro lleno de campesinos que beben vino por la fiesta aristocrática sin que nadie les preste atención, revelan el absurdo de las situaciones que habitualmente están tan codificadas que ya ni nos sorprendemos cuando a nuestro alrededor suceden cosas así.
Con estos ejemplos de temas o contenidos que son motivos surrealistas, se puede concluir que Buñuel logró su objetivo de hacer una película surrealista.
FUENTES: http://es.wikipedia.org/wiki/La_edad_de ... %ADcula%29
http://homecinema.thedigitalfix.co.uk/c ... n-may.html , http://www.taringa.net/posts/tv-pelicul ... s/2762325/ La-edad-de-oro---Luis-Bunuel.html
http://www.doctormacro.com/Movie%20Summ ... 20L%27.htm , http://mythicalmonkey.blogspot.com/2009 ... e-dor.html
La Edad de Oro: deseo y provocación http://www.ucm.es/centros/webs/d167/ind ... =17650.php
No hay comentarios:
Publicar un comentario